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Scarlett Johansson vuelve a ser víctima de la inteligencia artificial

La reconocida actriz estadounidense Scarlett Johansson ha vuelto a ser víctima de un deepfake, una tecnología que utiliza inteligencia artificial (IA) para generar imágenes y videos falsos con un realismo sorprendente. En esta ocasión, circula un video en el que aparece junto a otras personalidades de Hollywood de origen judío, como Adam Sandler, Drake y Steven Spielberg, portando una camiseta con un diseño ofensivo. Este material falso surgió poco después de las polémicas declaraciones antisemitas de Kanye West, quien recientemente estrenó un anuncio durante el Super Bowl promocionando una camiseta con una esvástica.

Un llamado urgente a la regulación de la IA

Ante la difusión de este video, Johansson expresó su preocupación y exigió al gobierno de Estados Unidos que regule el uso de la inteligencia artificial. En declaraciones a la revista People, la actriz señaló que muchos países progresistas ya han tomado medidas para establecer límites a la IA, mientras que Estados Unidos sigue rezagado en la aprobación de una legislación que proteja a sus ciudadanos de los riesgos que conlleva esta tecnología.

Johansson subrayó que la regulación de la IA debe ser una prioridad absoluta y alentó a los usuarios a denunciar el mal uso de esta herramienta: “Es aterrador que el Gobierno de los Estados Unidos esté paralizado cuando se trata de aprobar una legislación que proteja a todos sus ciudadanos contra los peligros inminentes de la IA”, expresó. También advirtió que, si no se toman medidas pronto, corremos el riesgo de perder el control de la realidad.

Un historial de vulneraciones

Este no es el primer incidente en el que la imagen de Johansson es utilizada de manera indebida mediante IA. En múltiples ocasiones, su rostro ha sido empleado sin su consentimiento en videos pornográficos falsos, un problema que afecta a muchas figuras públicas y que expone los peligros de esta tecnología.

Además, en 2023, Johansson rechazó una oferta de OpenAI para usar su voz en la versión ChatGPT-4o. Pese a su negativa, la empresa presentó un sistema de voz denominado Sky, cuya tonalidad recordaba a la que Johansson utilizó en la película Her. Tras recibir quejas de la actriz y amenazas legales, OpenAI optó por modificar la voz utilizada en su asistente virtual.

La IA y sus implicaciones éticas

El caso de Scarlett Johansson pone en evidencia los desafíos éticos y legales que rodean el desarrollo de la inteligencia artificial. La falta de regulación adecuada permite que la imagen y la identidad de las personas sean manipuladas sin su consentimiento, lo que no solo afecta a figuras públicas, sino también a cualquier usuario en la era digital.

El llamado de Johansson no es solo una advertencia personal, sino una alarma para la sociedad en general. La inteligencia artificial es una herramienta poderosa, pero sin medidas de control adecuadas, puede convertirse en un peligro latente. La necesidad de establecer límites claros y mecanismos de protección es más urgente que nunca.

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